domingo, 16 de noviembre de 2014

Hacía Ítaca


El inicio de la verea. Conciencia en el interior de uno.
El sosiego del corazón, la serenidad del instante.
El momento del instante. Sin proyección, sin esperanza.
Sentirse parte del todo.
No pretender atisbar más allá de lo que el camino muestra.
Éste nunca se pierde. Eres tú quien no lo ve.
Nadie es responsable de lo que soy. Yo soy mi consecuencia.